Hace poco fui a una entrevista y curiosamente me dieron el trabajo ese mismo día, un día antes preparé todo para el primer día, estaba algo nerviosa, me sentía como mi primer día de escuela, la noche antes dejé lista la ropa que usaría, los zapatos bien limpios, la comida que debía llevar, un lapicero y un cuaderno para hacer anotaciones.
Cuando al fin llegó el día me levanté muy temprano para tomar el bus y llegué a la empresa un poco antes de lo esperado, como la entrada estaba cerrada, me quedé esperando al frente a que según yo alguien llegara a abrirme el portón, resulta que cuando mi nuevo jefe llego me dijo que se entraba por otro lado.
Me presentaron a todos como es costumbre y TODOS te ven como el bicho raro, porque eres el nuevo, para mi suerte no era la única nueva en esos tiempos.
Ese día estuve con varias compañeras observando sus quehaceres diarios y me di cuenta que ellas no tenían mucho tiempo en la empresa, también eran Nuevas....
A modo de inducción me enseñaron a hacer cosas que no iba realizar en mis labores, pero aún así puse mucha atención para ver como realizaban su trabajo, la verdad con el poco tiempo que tenían en la empresa manejaban todo de maravilla.
El segundo día me entregaron una lista con los clientes que manejaría y me dieron los trámites para que comenzará mi trabajo de una buena vez, fue algo trágico, no sabes donde está nada, no sabes encontrar los datos en el sistema, no sabes manejar la fotocopiadora, tiendes a preguntarlo todo una y otra vez, ya que ellos asumen que tú sabes como funcionan las cosas.
El supervisor no ayudaba mucho, así que por mas que preguntará de nada servía, por dicha siempre hay alguien que te ayuda cuando más lo necesitas; logré encontrar una compañera que venía al rescate cuando no podía hacer algo.
Sin embargo como toda principiante hice cosas mal, me jalé mis tortas, como decimos en mi país, por no saber cuál era la forma correcta de realizar las labores o simplemente por pereza a preguntar a mis superiores que sabía que no ayudarían.
Pero como dice el dicho echando a perder se aprende, eso sucedió conmigo en determinado momento, creo que uno aprender más y mejor cuando se cometen errores, así que a los 15 días ya sabía como funcionaban las cosas.
Debo decir que a pesar de que no duré mucho en este trabajo, la experiencia fue bastante particular, llegar a un lugar y aprenderlo todo por ti mismo y con muy poca ayuda te convierte en alguien realmente excepcional, admiro a la gran mayoría de mis compañeros que llegaron ahí de la misma forma que yo lo hice y sobrevivieron a todo ese trajín.
En esto momento de mi vida sé que aunque no fue mi mejor empleo, aprendí mucho de muchas cosas, no solo en el ámbito laboral, sino también en muchos otros aspectos.
Les deseo suerte a los que se enfrentan a su primer trabajo!!
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